Celler del roure – Mogente/Moixent

Fuimos un grupo de amigos a hacer una cata y fue una experiencia muy chula. Hicimos una visita por las instalaciones y al final probamos tres de sus vinos. Paco, el chico que nos hizo la visita, fue muy agradable. El precio muy bien (nos costó 15€) y la duración de casi dos horas.

Fuimos a visitar la bodega y hacer cata de vinos para el día de nuestra boda. Tuvimos la suerte de topar con una trabajadora más que excelente, Natalia. A la chica se le nota que le gusta lo que hace, nos dio a probar diferentes vinos, nos hizo la visita por toda la bodega y explicando cada rincón y detalle de maravilla. Sin duda salimos con una decisión tomada. Además pasamos un día genial en familia por Moixent, terminando con una excursión por el pueblo íbero y comiendo en el restaurante de la piscina del pueblo que fue otro 10.

Un Celler que produce muy buenos vinos de forma tradicional pero aplicando también nuevas técnicas. Cuidan el medio ambiente y su cata/visita guiada es MUY recomendable.

Excelente en todo! Precioso! Repetiremos!l Te explican como elaboran el vino, y lo ves todo, el chico nos lo explicó super bie, luego al final catas 3 de sus vinos y estan buenisimos, yo compré luego, repetiremos con otros amigos seguro! También nos regalaron la copa en la que bebimos!

Un lugar excepcional en la Ribera de Valencia, una experiencia a muy buen precio (15€ por persona) Visita guiada, y cata de 3 vinos (1 blanco y 2 tintos), con su copa de regalo, acompañado de unos panecillos tostados. Recomendable.

Una experiencia para repetir! El camino hacia la bodega es el anticipo de que la visita va a ser muuuy chula. Las visitas guiadas hay que reservarlas por teléfono  tienen varios horarios. Nosotros reservamos el sábado a las 11:30, son súper puntuales! Llegamos con tiempo lo que nos permitió dar un paseo y disfrutar del paisaje. La visita estuvo guiada por Malena, da gusto escucharla, transmite pasión y amor por la bodega y te lo contagia. La bodega antigua es muy interesante. Lo mas flojito es la cata, la hicimos de 3 vinos, Cullerot, Safrà y Les alcusses, acompañado de unos crackers que, honestamente, no están a la altura, quizás ahí se echa de menos más información del vino que estamos catando, por lo demás  es una visita que merece la pena.

Una maravillosa experiencia en El celler del roure. El camino al celler es ya una aventura para los sentidos. Damos un paseo antes de que nos reciban para comenzar la visita. Se presenta Tomás, un jovencísimo ingeniero que hace sus prácticas en este lugar. Pone tanto amor en sus explicaciones, comunica tanto entusiasmo por el proyecto de su Jefe, Pablo Calatayud que parece haber nacido de una de las vides de la finca. Un proyecto que te cautiva desde el primer minuto: elaborar el vino como se hacía antes y con vides autóctonas. Un placer escucharte, Tomas. Nos has enseñado un montón. La visita a la bodega fonda no te deja indiferente. Un trabajo de limpieza y reconstrucción descomunal. Están construyendo cinco espacios para que el proyecto crezca. Una de ellas está ya dedicada al cine y conciertos. Todo un acierto. Todo genial, pero…y el vino? Pasamos a la cata: tres vinos: uno blanco: Cullerot, delicioso, fácil de beber y Con el punto frío que te hace disfrutar. Dos tintos: Safrà, delicado hasta decir bastante y les alcusses madueado en barrica de roble francés…una locura. Nos llevamos imágenes, olores y sabores de alto voltaje. Sin duda en el Celler del Roure aman el vino, aman la tierra donde lo hacen y conservan el desafío de hacer las cosas con excelencia. Visita imprescindible. Nuevamente, mil gracias Tomás por esta experiencia.

Hacen visitas y catas de vinos mediante cita previa. Todo muy bonito, muy bien.