Cristo del Humilladero – Cadalso de los Vidrios

Bodega en Cooperativa,tiene un pequeño restaurante con comida tradicional, buen producto y atención, y por supuesto vinos. Menú de fin de semana a precio razonable. Es una buena opción para comer cuando visitas el pueblo y es obligatorio reservar al ser el comedor tan pequeño.

La visita guiada como tal me gustó mucho, una bodega con mucha historia y sobretodo el señor tan agradable que la imparte de manera tan divertida. En cuanto a la cata, ante todo pretendo hacer una crítica constructiva. Ni soy experto ni es mi intención menospreciar sus vinos (y menos sabiendo todo el trabajo humano que hay detrás y que también para gustos, colores), pero sintiéndolo mucho no me entusiasmó ninguno. He hecho muchas catas y, en mi humilde opinión, no me gustó por ejemplo que con una misma copa probásemos hasta 6 vinos, teniendo que enjuagar la copa con agua echando el resto todo el mundo en un mismo cubito; sin ser un sibarita esto no da sensación de mucha higiene y menos cuando fuimos tantas personas. Eché de menos más explicación de los tipos de sensaciones en el paladar, teniendo que preguntar mucho, y en cuanto al maridaje no nos recomendaron probar con tal vino tal aperitivo (que cuando apenas íbamos por el segundo vino ya habían volado) para contrastar. Los dibujos raros de las etiquetas y esos nombres de los vinos no invitan mucho a la imaginación, son tan extraños y poco comerciales que costaba quedarse con alguno. El vermut que hacen está exquisito (también lo venden), y recomiendo encarecidamente comer en su restaurante (la ternera de Ávila estaba espectacular) en el que todo es casero y nos atendieron de maravilla.

Nos encantó la visita a la bodega. Muy instructiva e interesante. El guía muy ameno y la cata final con un aperitivo muy completo. Nos gustó mucho el vermut a muy buen precio. Los vinos de Madrid piden sitio en el mercado nacional. Volveremos.

Bodega típica de pueblo con mucha historia . Vinos de calidad y un vermut que es de lo mejor que probado en mi vida ( y soy de vermút) . Ubicado en un pueblo antiquísimo como Cadalso de los vidrios siendo unos de los últimos pueblos de Madrid con unos de los mejores vinos de toda la comunidad .

Visita muy agradable y divertida gracias al guía, Andrés, que te explica todo el proceso con un toque de humor y con un lenguaje entendible para todos los públicos. La cata muy completa y con un aperitivo rico. Después comimos en la propia bodega un cocido que estaba muy rico. Lo pasamos genial!

Hoy ha tocado pasar por Cadalso de los Vidrios y, como no, visitamos la Bodega de la Sociedad Cooperativa El Cristo del Humilladero. Perfectamente situada casi en mitad del pueblo. Se trata de una Cooperativa con más de 400 socios, aunque creo que solo un poco más de 100 aportan viñas y uvas a la Cooperativa. Elaboran vinos en Tinajas de Barro y Cemento, aunque también usan Inoxidable y algunas barricas de Roble. Son Buenos vinos los que aquí se hacen, típicos de esta zona de la sierra entre Madrid y Avila. Trabajan bien la Uva Garnacha y la Albillo Real, pero también Tempranillo, Tinta de Toro, Merlot y la Listán Prieto (que es autóctona de esta tierra). Ah, y nos ha encantado mucho también un Vermout muy rico que hacen aquí. Nos fue muy bien con nuestro Guía Andrés, que es un hombre peculiar pero que sabe mucho de esto de los vinos y además lo transmite en “idioma de pueblo”, con ejemplos bastante didácticos y de fácil entender. Es posible que alguna gente le resulte demasiado directo, pero creo que a todo nuestro grupo (bastante grande, por cierto), les ha gustado. Hicimos luego al final una gran Cata de varios tipos de vino de los que allí elaboran, que dicho sea de paso, nos han encantado todos, (y fueron unos cuantos). De hecho, creo que luego compramos de todos ellos y también garrafas de Vermout. Ah, y perfectamente acompañados con tapas riquísimas con queso, jamón, chorizo, tortilla de patata (estupenda) y tomate de la huerta. TODO BASTANTE BIEN.

Esta bodega los fines de semana organiza visitas y cata de vinos, muy recomendable. Se trata de unas bodegas de mediados del siglo xx, con una producción modesta y unas calidades bastante buenas. Probamos seis vinos, que iban subiendo de calidad, acompañados de un buen aperitivo. La experiencia no sería nada sin la amena charla de Andrés. Que te cuenta todo lo que hay que saber del lugar y del vino que hacen allí. Puede ser una buena disculpa para visitar el bonito pueblo de Cadalso de los Vidrios.

Me regalaron una cata para 2 personas. Y debo decir que nos pareció decepcionante. Unos vinos (2 de cada) tanto blanco como tinto sin nada de cuerpo y sabor. El blanco casi sabía a mosto. Francamente nos dejó bastante indiferentes. Andrés fue agradable aunque quizás un poco demasiado «cercano». Como recomendación los grupos deberían ser algo más reducidos para estar más cómodos.